miércoles, 31 de julio de 2019

MANEJO DEL TIEMPO. ESTRÉS A RAYA

MANEJO DEL TIEMPO: UNA FORMA DE PONER EL ESTRÉS A RAYA

     El estrés puede definirse como una respuesta del organismo para hacer frente a las demandas de nuestro entorno. Conlleva una serie de cambios emocionales, fisiológicos, conductuales y cognitivos que nos permiten generar los recursos necesarios para resolver problemas, protegernos ante las amenazas, defendernos o huir. En realidad, es una respuesta adaptativa sana, que también se activa ante eventos positivos, supone una activación que debería desaparecer cuando la causa que lo provoca lo ha hecho, pasando así de estados de activación a otros de reposo.

     Pero en muchas ocasiones el estrés se mantiene, se vuelve crónico, bien sea porque vivamos experiencias muy duras, porque percibamos muchas demandas de nuestro entorno y queramos responder a todo o porque nuestras reacciones sean muy intensas y permanentes y no podamos rebajar el grado de activación.

     Existe mucha investigación sobre las consecuencias del estés y se ha encontrado relación con numerosos padecimientos como dolor de cabeza, úlcera, artritis, colitis, asma, problemas cardíacos, trastornos circulatorios, del sueño, entre otros.
 
     Son muchas las claves que nos pueden ayudar si queremos no ser víctimas del estrés: aprender a darnos cuenta de nuestros pensamientos, nuestra charla interna y cambiarla cuando no nos ayuda, relajarnos, reconocer y abordar adecuadamente nuestras emociones, cuidar nuestra alimentación, practicar ejercicio físico moderado. 

     En este artículo me quiero centrar en otro aspecto igualmente importante como es el “manejo del tiempo”. A continuación propongo algunas sugerencias:

·  Plantéate objetivos a corto, medio y largo plazo, para distribuirlos en tu día a día.

·  Establece prioridades: no todas las tareas son igual de importantes o urgentes. Ordénalas en tres bloques según su relevancia, comienza por el principio, si algo queda sin hacer será algo menos importante.

·  Sé realista: el tiempo no es elástico, si algo no se puede hacer prográmalo para otro momento o déjalo, si no es prioritario o urgente.

·  Si algunos objetivos son complejos o requieren mucho tiempo, divídelos en otros más pequeños y abordables.

·  Aprende a decir “no” a aquellas demandas o compromisos que en definitiva te complican la vida y que consideras que no tienes por qué atender.

·  Incluye en tus horarios tiempo para las interrupciones, imprevistos, demoras y por supuesto, para el descanso.

·  Dedica cinco minutos, al inicio de la jornada para planificar el día, en medio para reajustar tus propósitos y al final para repasar, felicitarte por lo logrado y reubicar aquello que no hayas podido conseguir.

·  Reduce aquellas actividades que te aportan poco, como ver cualquier cosa en televisión, estar conectado a redes sociales o internet, y sustitúyelo por una buena charla, un descanso, un paseo o algún ejercicio de relajación o meditación.

·  Olvídate del perfeccionismo, es mejor hacer las cosas que no llegar por querer hacerlas perfectas. Deja el perfeccionismo SOLO para aquello que sea vital. 

·  Agiliza la toma de decisiones, analiza pero no te pierdas dando vueltas interminablemente y preguntando a todo el mundo. 

·  Céntrate, eliminando distracciones cuando tengas que hacer algo. Deja la multitarea solo para actividades poco importantes, mecánicas y que requieran poca atención.

·  Mantén tu casa en orden.

·  Simplifica, seguro que encuentras maneras más sencillas de algunas cosas. 



Por último, si te estresan tantas sugerencias elige alguna de ellas y comienza a incluirla en tu vida.
Alicia Martín Pérez
Psicóloga Clínica
AMP Psicólogos. www.psicologosaranjuez.com

jueves, 11 de julio de 2019

SIMPLIFICA




¿QUIERES SER MÁS FELIZ?. NO LO DUDES: SIMPLIFICA TU VIDA

            Muchos de nosotros vivimos inmersos en un estilo de vida acelerado. El trabajo, los hijos, la casa y los cuidados que necesitamos no deberían suponer el nivel de estrés que en muchos casos acarrean. Pero a estas cuestiones básicas, sin darnos cuenta, le sumamos nuestra forma de entender lo que es bueno para nosotros y así, aumentamos nuestras jornadas laborales (en muchos casos) para ganar más dinero, inscribimos a nuestros hijos a múltiples actividades en lugar de promover tiempos de descanso, de juego libre y por qué no de aburrimiento, renovamos continuamente artículos para casa, ropa, tecnología, realizamos largos desplazamientos para nuestro ocio, en muchas ocasiones nuestras vacaciones se convierten en verdaderas maratones de ver y hacer cosas, gastamos demasiado tiempo en mantenernos conectados a través de redes sociales, etc.

Y, verdaderamente, ¿nos hace más felices? O ¿es más bien, una buena forma de complicarnos la vida?.

La realidad, es que la humanidad no había conocido una época en que los seres humanos pudieran llegar a poseer tantas cosas y desarrollar tantas tareas. Estamos tan ocupados con nuestras múltiples actividades que no tenemos ni tiempo de cuestionarnos si verdaderamente es esta la vida que queremos llevar.

Si sientes que estás estresado, si piensas que tus necesidades fundamentales están cubiertas y a pesar de eso te cuesta disfrutar, te sugerimos que te plantees la posibilidad de “simplificar tu vida”, de manera que puedas poner el tiempo y la energía necesarios para verdaderamente sacar partido a tu día a día. 

Puede que no sea fácil, pero pon a prueba algunas de las siguientes sugerencias y verás los resultados:

·        Decide por ti mismo lo que te interesa. No dejes que otros, las modas o la publicidad te empujen. 

·        Ocúpate en hacer pequeños cambios en las parcelas que dependen de ti y reduce tu preocupación por aquello que escapa de tu control:

o  Establece prioridades y deja de lado aquello que tenga menos importancia.

o  Reduce los compromisos sociales, familiares, laborales en la medida que puedas.

o  Cocina para varios días y congela, utilizando productos naturales. Reduce la compra de alimentos y bebidas procesados. Tu cuerpo te lo agradecerá.

o  Evita pretender tener todo perfecto en casa. Pero busca un justo orden.

o  Tira, regala o recicla todas aquellas cosas que hace tiempo que no usas, aquello que casi no te cabe en los armarios (piensa, tal vez no te falta espacio, te sobran cosas).

o  Procura dar el máximo de vida útil a las cosas, tirar y comprar perjudica el medio ambiente.

o  Reduce las actividades y dedica tiempo, simplemente a no hacer nada, es muy bueno para la mente. 

o  Deja que te ayuden, distribuye las tareas domésticas entre todos los miembros de la familia. Si puedes, permite que cuiden de tus hijos, en ocasiones. 

o  Fomenta la autonomía de tus hijos. Dependiendo de la edad, hay muchas cosas que pueden hacer solos, aunque tarden más o tengan que andar un poco.

o  Acércate a la naturaleza, es una forma de ocio sencilla y económica. 

o  Trata de ir eliminando de tu vida aquello que te complica y no te satisface.

·        Limita la información a la que accedes. No te intoxiques.

·        Aprende a decir no.

·        Sé flexible y empieza poco a poco. 

Piensa que en muchos casos, ”menos es más”.
Alicia Martín Pérez. Psicóloga Clínica
AMP Psicólogos. www.psicologosaranjuez.com