miércoles, 5 de enero de 2022

 SUFRIMIENTO: EL DOLOR INNECESARIO

 

    Ya sea en nuestra propia carne o al compartir u observar la experiencia de los que nos rodean, todos somos expertos conocedores del sufrimiento.

    Pero, ¿ es lo mismo dolor que sufrimiento?. Vamos a tratar de explorar estas ideas.

    El dolor es, como señala Christophe André, médico psiquiatra y uno de los mayores expertos de Francia sobre psicología de las emociones, la parte biológica, orgánica o existencial del sufrimiento. Un padecimiento físico genera dolor, asimismo, una pérdida, el atravesar por circunstancias adversas genera dolor emocional. Pero el sufrimiento indica el impacto del dolor en nuestra mente y en nuestra visión del mundo. A las inevitables desgracias de la vida se suma todo un caos emocional que aumenta innecesariamente nuestra percepción del dolor.

    Asimismo, Matthieu Ricard, monje budista y considerado por la ciencia “el hombre más feliz del mundo” (se pueden ver interesantes videos al respecto en youtube), señala que el término “sufrimiento” engloba todos los estados mentales percibidos como indeseables.

    La cuestión es que el dolor es inevitable, nos pone en alerta y nos indica que hemos de tomar medidas, cuidarnos, solucionar problemas, promover los cambios necesarios para gestionar adecuadamente nuestras vidas. Sin embargo, el sufrimiento puede remediarse ya que se refiere a la medida en que el dolor está acentuado, incluso creado por la mente. Si nos limitáramos a los hechos y dejáramos atrás miedos, proyecciones anticipaciones de futuro, evaluaciones exageradas y negativas de nosotros mismos y nuestras circunstancias, encontraríamos que el dolor es más manejable, sufriríamos menos.

    Este abordaje supone que podemos soltar lastre, liberarnos de aquello que no nos es útil. El sufrimiento nos informa de que estamos avanzando por un camino distinto del que nos lleva a un adecuado equilibrio.

    Pararnos, darnos cuenta, aprender a tomar conciencia de las cosas que nos afectan, de qué tipo de respuestas solemos dar ante los eventos de la vida, ser más conscientes de nuestros pensamientos y nuestras emociones es el punto de partida. Solemos gastar mucho tiempo y energía peleando, luchando y tratando de evitar aquello que consideramos malo. Nos da tanto miedo sufrir que en muchas ocasiones vamos dando palos de ciego en nuestro intento de mejorarnos, porque no partimos de lo esencial: parar, observar y conocer.

    Podemos aprender a ser más hábiles en el abordaje del dolor teniendo en cuenta algunos aspectos:

APRENDER A IDENTIFICAR NUESTROS PENSAMIENTOS: los pensamientos no son la realidad, son una representación de la realidad. Identifica cuales son los pensamientos que perturban tu mente, aprende a tratarlos como lo que son. No hace falta que te creas toda la cháchara que se genera en tu cabeza. Observa cómo muchos de ellos son exagerados, anticipaciones de catástrofes, críticas hacia ti mismo, los demás o tus circunstancias. Puedes aprender a dejarlos pasar, a distanciarte de ellos y a centrarte en lo que estés presente, momento a momento.

DARNOS CUENTA DE LO QUE HACEMOS PARA RESEOLVER LAS DIFICULTADES: aprende a identificar que conductas que ayudan a estar mejor, teniendo en cuenta no solo las consecuencias a corto plazo, sino también a medio y largo plazo. Ten cuidado con postergar o evitar hacer aquello que te ayuda a resolver los problemas. Intenta afrontar lo que la vida te traiga poniendo lo mejor de ti mismo.

CULTIVAR RECURSOS QUE AYUDAN A REGULAR MEJOR LAS EMOCIONES: tu estado emocional va a depender en gran medida de como gestiones los dos puntos anteriores. Pero también es de gran importancia cultivar la aceptación (que no la resignación). Deja espacio a tus emociones, aunque a veces no te agraden, escucha tu cuerpo y tus sentimientos con serenidad. Dedica tiempo en tu día a día a cultivar la calma, bien sea practicando alguna técnica de relajación o meditación, o realizando alguna actividad que te satisfaga y te reporte sosiego.

    Espero que estas recomendaciones puedan serte de ayuda.  Por supuesto que son muchas más las estrategias que podemos desarrollar para minimizar el sufrimiento en nuestras vidas. Si crees que lo necesitas, un psicólogo puede ayudarte.

Gracias

 




Alicia Martín Pérez. Psicóloga Clínica

AMP Psicólogos   www.psicologosaranjuez.com