martes, 20 de febrero de 2018

NEVAS TECNOLOGÍAS. BUEN USO CON MENORES



               Nuevas tecnologías: buen uso en niños y adolescentes

            Vivimos en un tiempo en el que la mayoría de los niños preescolares no saben coger una cuchara, pero pueden entender cómo usar el último aparato electrónico. 

              Aunque sabemos que las nuevas tecnologías son esenciales para que los niños y adolescentes puedan sobrevivir en este mundo hiperconectado y sobresalgan en el ámbito escolar y más allá, es difícil no sentirse aturdido por la manera en que la tecnología parece haberse apoderado de nuestra vida.

            La Academia de Pediatría estadounidense establece en dos horas al día el límite recomendable de estancia frente a una pantalla para los menores. Según un reciente estudio de la Fundación Española de Nutrición (FEN) publicado en la revista internacional BMC Public Health, casi la mitad de los niños y adolescentes españoles superan este límite durante la semana, elevándose esta cifra al 84% los fines de semana. El hecho de que la mayoría de los dispositivos sean móviles, da acceso a los niños a todos los contenidos en cualquier lugar: en el autobús escolar, en la sala de espera del médico o en un viaje a casa de la abuela, aumentando significativamente su uso.

           Estas son algunas de las frases que escuchamos en la consulta con frecuencia en relación a este tema: “No hay duda de que la tecnología es un gran atractivo, pero a veces conseguir que apaguen los dispositivos puede ser una batalla”; "Cuando mi hijo se pone nervioso en un restaurante, mi teléfono salva vidas"; "Vemos la tecnología como una inversión en el futuro de nuestros hijos"; “El iPad es especial: divertido, educativo y portátil. ¡Y no hay nada que limpiar después!"; “Está enganchado al móvil: no estudia, no come, no duerme… ¡todo el día pendiente del móvil!”

          Algunos expertos que están preocupados por las posibles consecuencias de un abuso de las nuevas tecnologías, con estudios que relacionan el tiempo pasado delante de la pantalla con la obesidad (debido al sedentarismo), la dificultad para prestar atención, la incapacidad de hacer amigos del mundo real, una menor creatividad, el bajo rendimiento académico y el aumento de la agresividad. Éstos argumentan que las nuevas tecnologías privan a los niños del juego creativo práctico que es tan esencial para el desarrollo. Sin embargo, otros expertos aplauden el hecho de que la tecnología hace que el aprendizaje sea divertido e involucra a los niños en la exploración y resolución de problemas. El verdadero desafío consiste en averiguar cómo ayudar a nuestros niños a beneficiarse de estas herramientas, asegurarse de que están jugando y aprendiendo a la vez. 

             La tecnología en sí misma no crea problemas, lo que importa es lo que hacemos con ella. As, al igual que se debe supervisar los alimentos que comen los niños, se deberían introducir nuevas tecnologías de calidad cuando los niños estén preparados cognitivamente para ello, ayudarlos a pensar en lo que ven y oyen, y asegurarse de que no están sacrificando tiempo para las tarea escolares, la actividad física, la familia o los amigos.
                Lo que hace que un programa de ordenador, una aplicación o un programa de televisión sea educativo se puede resumir en una sola palabra: el contenido. Un programa bien diseñado puede mejorar la alfabetización o las habilidades matemáticas y aumentar la preparación para la escuela. Por supuesto, también es prudente proteger a los niños pequeños de contenidos que asusten o que sean violentos y de productos demasiado comerciales. Los niños menores de 7 años no siempre pueden diferenciar entre la fantasía y la realidad. Además, las personas aprendemos por imitación y, aunque no está demostrada una relación directa entre el uso de videojuegos violentos y la agresividad, las imágenes y contenidos que visualizan pasan a formar parte de su memoria y, posiblemente, de su repertorio de conductas.
              Aprender a vivir en un mundo de alta tecnología de manera efectiva, segura y responsable es una tarea que necesitamos comenzar a enseñar a los niños cuanto antes mejor. Algunas recomendaciones para los padres son:
  • ·         Establecer límites en el uso de las nuevas tecnologías. Es más fácil establecer límites cuando su hijo tiene 2 a 12 años, así que tome estas medidas cuanto antes. Es mejor jugar o mirar con ellos y comentar lo que ven.
  •      Enseñar cómo navegar de forma segura por internet.
  • ·      Conocer los medios y redes sociales que sus hijos visitan.
  • ·         Asegurarse de elegir juegos apropiados para su edad.
  • ·    Desconectarse. ¿Está siempre encendida la televisión en casa, incluso cuando nadie está mirando? ¿Lleva su smartphone a la mesa? Dé un buen ejemplo limitando su tiempo de uso y aprovechando esos momentos libres para estar con su familia.
  • ·     Despedir a la niñera electrónica. No encienda el dispositivo cada vez que los niños estén aburridos o necesiten un descanso.
  • ·       Enseñar cómo la tecnología puede ayudar al aprendizaje. Debemos enseñar a nuestros hijos a aprovechar las ventajas de Google, pero también la importancia del pensamiento crítico.
  • ·       Ser
    escéptico. Si un programa está etiquetado como educativo, eso no significa necesariamente que lo sea.

Sara Olavarrieta Bernardino
Doctora en Psicología
Alicia Martín Pérez
Psicóloga Clínica
AMP Psicólogos. www.psicologosaranjuez.com



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