domingo, 30 de septiembre de 2018

CELOS. ¿NORMALIDAD O PATOLOGÍA?


CELOS: ¿NORMALIDAD O PATOLOGÍA?
Los celos son un sentimiento de malestar causado por el temor a que una persona querida, con la que se desea un estrecho vínculo afectivo y en alguna medida exclusivo, vuelque su afecto en un tercero. Constituyen, en cierto sentido, una muestra de preocupación e interés y puede favorecer el cuidado de quien se quiere, pudiéndose señalar que en sí no son anormales. El problema surge, como en el resto de las emociones, cuando se traspasan ciertos límites y se vuelven dañinos, tanto para el que los sufre como para el objeto de los mismos. 

Así, pueden surgir celos entre amigos, hermanos y por supuesto en la pareja. La mayor parte de as personas han experimentado algún tipo de celos en algún momento y eso no significa que sean celosas. En este artículo nos centraremos en los celos de pareja.

En los celosos tienden a predominar ciertas características:
·         Inseguridad y dependencia emocional.
·         Desconfianza.
·         Baja autoestima.
·         Dificultades en las relaciones sociales.
·         Sentimientos de posesión
Las situaciones generadoras de celos en las personas vulnerables pueden ser múltiples, ya que cualquier acontecimiento puede desencadenar el miedo a que la persona amada pueda alejarse. En un primer estadío pueden ser difíciles de identificar confundiéndose con un verdadero interés de cuidado, protección y suelen estar justificados por el celoso por el intenso amor que se profesa. Pero si no se abordan adecuadamente suelen ir en aumento, pudiendo convertir la relación en una verdadera tortura.

El celoso sufre verdaderamente al sospechar, o tener la certeza (aunque no haya ninguna evidencia), que la pareja tiene intereses sentimentales fuera de la relación, y cuando se activa el miedo a la pérdida pone en marcha toda una serie de conductas para comprobar si está en lo cierto. Las más frecuentes son:

·         Tratar de controlar la manera de vestir, cuando considera que su pareja se arregla o puede resultar atractiva para otros.
·         Llamar por teléfono para comprobar donde y con quien se encuentra, pidiendo muchas veces que se envíen pruebas como vídeos,…
·         Querer tener acceso al whtasapp, redes sociales y comunicaciones privadas, y si no obtiene permiso, espiar.
·         Intentar limitar las relaciones y las salidas individuales.
·         Reclamar continuamente tiempo para estar solos.
·         Interrogar cuando se ha realizado alguna actividad en la que no ha participado.
·         Mostrar intranquilidad cuando se realizan actividades por separado, incluso ir al trabajo.

Es muy importante que en un primer momento no se caiga en la trampa de confundir el amor con los celos, evitando dar demasiadas explicaciones, manteniendo los gustos, intereses, la privacidad y autonomía personales. Ceder a las peticiones genera, de inicio, un efecto tranquilizador, pero propicia que los celos vayan en aumento.

Si los celos comienzan a hacer difícil la relación, no hay que esperar, en muchas ocasiones pueden conllevar conductas violentas y cuanto más tiempo pase, más difícil será su solución.
Consultar con un especialista puede suponer resolver este problema y ahorrar muchos disgustos.
Alicia Martín Pérez
Psicóloga Clínica
AMP Psicólogos
www.psicologosaranjuez.com

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