lunes, 9 de marzo de 2015

No es tarde para arreglar el curso

En este momento del curso, acabando la segunda evaluación, muchos estudiantes hacen un balance de sus resultados hasta el momento y, en ocasiones, esto les sirve para hacer predicciones sobre los resultados a final de curso. En el caso de alumnos que han obtenido buenas calificaciones en la primera evaluación y que siguen en una buena línea en esta segunda, normalmente suelen tener la expectativa de que el curso está encaminado y que si trabajan de la misma forma que lo han hecho hasta ahora, entonces los resultados serán buenos. De la misma forma, en alumnos cuyos resultados no han sido buenos en la primera evaluación y que han continuado algo perdidos en esta segunda, en este momento se suele empezar a vislumbrar la posibilidad de no ser capaz de hacer nada para arreglar la situación y a contemplar el fracaso a final de curso como una opción más que probable.

Lo que sucede con este tipo de pensamientos tan habituales, es que no sólo son muy desagradables para quien los presenta, sino que además no conducen a buscar soluciones al problema y ocasionan una merma importantísima en la tan necesaria motivación. Además, es importante recordar, tanto a estudiantes como a padres, que prácticamente a mitad de curso no tiene demasiada lógica anticipar un resultado final negativo. Aún hay mucho margen para la mejoría.

Si se opta por hacer un esfuerzo para cambiar la situación, lo primero que hay que hacer es reflexionar sobre las estrategias que se han empleado hasta el momento con el objetivo de detectar lo que está fallando. Para este propósito, os explicaremos a continuación una serie de claves que ayudan a lograr el éxito académico, y os proponemos incorporarlas a vuestro sistema de trabajo.

Tenemos que empezar por mejorar en lo más básico y fundamental: recordemos que unos buenos resultados en los estudios dependen en gran medida de una buena planificación. Los estudiantes que destacan no son habitualmente los más inteligentes, sino aquellos que saben planificar su trabajo, aplican un buen método de estudio, están motivados y tienen confianza en sí mismos.

La planificación del estudio permite obtener mejores resultados y hacer más llevaderos los estudios, evitando en gran medida los temidos momentos de agobio a última hora. 

Una buena forma de planificar el estudio consiste en responder a las siguientes preguntas: 
¿Qué material hay que dominar perfectamente de cara a los exámenes?
¿Qué esfuerzo hay que realizar para lograr este nivel de conocimiento?
¿De cuanto tiempo se dispone? 
Y en función de las respuestas a las preguntas anteriores: 
¿Qué esfuerzo hay que realizar para llegar a los exámenes bien preparado? 

Con la información que nos aporten las respuestas a dichas preguntas, resulta muy útil tomar un calendario y señalar las fechas de los exámenes y en función de dichos días, fijar las fechas orientativas para el comienzo del estudio de cada una de las asignaturas. Hay que ser muy rigurosos con el cumplimiento de estos plazos ya que de ello dependerá que lleguemos al día del examen con la asignatura preparada.

Una vez hecho el plan de estudio, comienza la parte que algunos estudiantes encuentran más difícil, cumplirlo. Para lograrlo, os recomendamos que os fijéis objetivos muy a corto plazo. Cada semana cuenta y lograré mi objetivo final si en el día a día voy alcanzando las metas que me propongo. Mirar demasiado a largo plazo nos despista de las tareas del presente, y por otro lado, con tanto por hacer, puede resultar agobiante y desmotivador. Así pues, lo más eficaz es centrar mi atención en el día a día, plantearme objetivos semanales y recompensarme adecuadamente cuando los consigo. Introducir estos cambios no es sencillo, supone un esfuerzo y es importante saber valorarlo de forma positiva.


Siguiendo estas sencillas pautas con constancia y un mínimo de compromiso, podemos lograr cambios importantes en el rumbo del curso. No tiene sentido darlo por perdido en este momento, aún quedan muchas semanas y con la motivación y estrategia adecuada, es realmente posible actuar para marcar una diferencia.

Magdalena Sáenz Valls
Alicia Martín Pérez
AMP Psicólogos Aranjuez