¿Qué es la
amistad?, podríamos decir que es un tipo de relación, menos íntima que la
pareja, en la que fundamentalmente se comparten momentos de ocio y diversión,
además en el caso de los amigos íntimos suponen un apoyo y compañía en los
momentos difíciles. No en vano se dice que “quien tiene un amigo tiene un
tesoro”.
Estar con los
amigos es una de las principales fuentes de alegría y es el catalizador de la
mayoría de nuestras emociones, ejerciendo un importante papel en la regulación
del estado de ánimo. Numerosos estudios han demostrado que existe una
importante correlación entre la satisfacción con los amigos y la satisfacción
con la vida o la felicidad.
Las relaciones
íntimas, y el apoyo social que conllevan, tienen un importante efecto
preventivo sobre la salud física y mental, además de tener un efecto reductor
sobre las consecuencias negativas del estrés.
Son muchos los
especialistas que han intentado definir las características que constituyen la
relación de amistad, sintetizando las distintas propuestas podemos señalar
cinco aspectos que la definen:
·
Compartir actividades y situaciones.
·
Comunicación y comprensión mutuos.
·
Afecto e interés por el otro.
·
Confianza y sinceridad.
·
Disponibilidad y compromiso.
En función de
la intensidad y profundidad con se manifiestan los aspectos anteriores
podríamos establecer las distintas tipologías de amistad: amigos
circunstanciales o conocidos, buenos amigos y amigos íntimos.
Hacer y
mantener la amistad es una garantía de salud y estabilidad emocional. No
obstante, es importante señalar que las relaciones no se mantienen por si
solas, hay que cuidarlas y propiciarlas. Para ello sugerimos las siguientes
recomendaciones:
·
Procura mantener comunicación frecuente. Aunque
en ocasiones suponga un esfuerzo añadido a la atención que requieren las
demandas cotidianas.
· Aprovecha las actividades compartidas para
interesarte por las circunstancias de la vida del otro, su estado de salud, de
ánimo, etc. Informando también de las tuyas.
·
Practica la escucha activa, deja que el otro se
exprese mostrándole interés por lo que cuenta.
·
Practica la sinceridad en la comunicación.
· Da muestras de reconocimiento y satisfacción por
la amistad que compartes.
·
Manifiesta entusiasmo por el bienestar del otro.
·
Procura estar atento a los acontecimientos que
sean de importancia para el otro, tanto los positivos como los negativos.
·
Aborda adecuadamente los posibles conflictos o
diferencias que puedan surgir.
Recuerda que
frente al tópico de que los seres humanos somos egoístas por naturaleza, está
la evidencia de que lo que más nos motiva es querer y ser queridos
desinteresadamente por los demás (Seligman, 2002).