lunes, 30 de octubre de 2017

LA AMISTAD, UN BONITO REGALO



¿Qué es la amistad?, podríamos decir que es un tipo de relación, menos íntima que la pareja, en la que fundamentalmente se comparten momentos de ocio y diversión, además en el caso de los amigos íntimos suponen un apoyo y compañía en los momentos difíciles. No en vano se dice que “quien tiene un amigo tiene un tesoro”.

Estar con los amigos es una de las principales fuentes de alegría y es el catalizador de la mayoría de nuestras emociones, ejerciendo un importante papel en la regulación del estado de ánimo. Numerosos estudios han demostrado que existe una importante correlación entre la satisfacción con los amigos y la satisfacción con la vida o la felicidad.

Las relaciones íntimas, y el apoyo social que conllevan, tienen un importante efecto preventivo sobre la salud física y mental, además de tener un efecto reductor sobre las consecuencias negativas del estrés.

Son muchos los especialistas que han intentado definir las características que constituyen la relación de amistad, sintetizando las distintas propuestas podemos señalar cinco aspectos que la definen:
·         Compartir actividades y situaciones.
·         Comunicación y comprensión mutuos.
·         Afecto e interés por el otro.
·         Confianza y sinceridad.
·         Disponibilidad y compromiso.
 
En función de la intensidad y profundidad con se manifiestan los aspectos anteriores podríamos establecer las distintas tipologías de amistad: amigos circunstanciales o conocidos, buenos amigos y amigos íntimos. 

Hacer y mantener la amistad es una garantía de salud y estabilidad emocional. No obstante, es importante señalar que las relaciones no se mantienen por si solas, hay que cuidarlas y propiciarlas. Para ello sugerimos las siguientes recomendaciones:
·         Procura mantener comunicación frecuente. Aunque en ocasiones suponga un esfuerzo añadido a la atención que requieren las demandas cotidianas.
·      Aprovecha las actividades compartidas para interesarte por las circunstancias de la vida del otro, su estado de salud, de ánimo, etc. Informando también de las tuyas.
·       Practica la escucha activa, deja que el otro se exprese mostrándole interés por lo que cuenta.
·         Practica la sinceridad en la comunicación.
·      Da muestras de reconocimiento y satisfacción por la amistad que compartes.
·         Manifiesta entusiasmo por el bienestar del otro.
·         Procura estar atento a los acontecimientos que sean de importancia para el otro, tanto los positivos como los negativos.
·         Aborda adecuadamente los posibles conflictos o diferencias que puedan surgir.



Recuerda que frente al tópico de que los seres humanos somos egoístas por naturaleza, está la evidencia de que lo que más nos motiva es querer y ser queridos desinteresadamente por los demás (Seligman, 2002).

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