Actividades extraescolares en su justa medida
Como padre,
usted quiere lo mejor para su hijo y las actividades extraescolares ofrecen la
oportunidad de desarrollar aquellos recursos a los que no llegan los
itinerarios académicos, además permiten que los niños estén ocupados y bajo
supervisión.
Entre los
beneficios que pueden aportar se encuentran:
· Desarrollo
de competencias.
· Participación
en actividades estructuradas (los niños funcionan mejor cuando tienen horarios
y pautas).
· Descarga de
energía.
· Ocupación
del tiempo, fuera de casa (en la actualidad, que resulta más complicado
dejarles jugar en la calle).
· Oportunidad
para mostrar talentos y cultivar intereses.
· En niños
más mayores: protección frente a conductas de riesgo
.
· Las actividades deportivas ayudan al
desarrollo de la atención, de la psicomotricidad, el control del peso, el
trabajo en equipo, bien orientadas fomentan la competitividad sana y la
tolerancia a la frustración.
· Las artísticas fomentan la creatividad, el
pensamiento abierto, la coordinación, la apreciación de la belleza.
Pero escoger
entre tantas actividades puede resultar abrumador. Hay muchas opciones y,
normalmente, implican gastos, compromiso de tiempo y ajetreos de ir y venir.
Es importante
tener en cuenta que implicarse en excesivas actividades puede dificultar
concentrarse y ser realmente bueno en una cosa, generar sobrecarga y estrés, lo
que puede derivar en irritabilidad, fatiga y bajo rendimiento académico, entre
otros problemas.
El equilibrio
La gran
pregunta es ¿cuándo es demasiado para el niño?
·
Demasiadas actividades: Lo más probable es que si
usted está cansado de “arrastrar” a su hijo de un lugar a otro. Su hijo también
esté igualmente cansado.
Es
demasiado cuando las actividades después de la escuela comienzan a interferir
con la vida del niño, se queja, no tiene tiempo suficiente para jugar, hacer
las tareas escolares y descansar (incluso saber aburrirse un poco). En el caso
de compromisos intensos, incluso una actividad puede ser contraproducente.
·
No hay suficientes actividades: Si se está volviendo
loco estar en casa con un niño que se queja constantemente de aburrimiento, tal
vez una actividad organizada ayudaría.
¿Qué debe hacer un padre?
Buscar el equilibrio
y conocer las limitaciones del niño son la clave para navegar por la búsqueda
extracurricular. Las actividades extraescolares deben plantearse como un
espacio de aprendizaje, desarrollo y relación social.
La mejor
actividad para su hijo es la que le interesa. Si su hijo tiene la edad suficiente
para expresar su preferencia por una actividad en particular, ¡escúchelo!.
Si el
pediatra, o el maestro de su hijo, ha sugerido participar en una determinada
actividad por una razón específica (como hacer más ejercicio) pero su hijo no
tiene interés en ella, puede ser necesario un pequeño estímulo. Una táctica
para fomentar la participación puede ser apuntarlo con un amigo.
También
puede ocurrir que usted desee que su hijo se desarrolle en un ámbito concreto,
música, deporte…, motívele a participar, pero evite forzarle si no le gusta o
le resulta excesivamente costoso.
Los niños tienen
diferentes predisposiciones y la mejor actividad depende de éstas. Es
importante tener en cuenta tanto las destrezas y dificultades del niño como el
tiempo del que dispone.
Asimismo, es
bueno explicar qué tipo de compromiso genera y si están de acuerdo con el mismo.
Aunque sean extraescolares no es recomendable (como pauta general) inscribirles
y borrarles después, porque no quieran ir.
¡Feliz
curso!.
Sara Olavarrieta Bernardino
Doctora en Psicología
Alicia Martín Pérez
Psicóloga Clínica