Según
el Diccionario de la Real Academia, gratitud es un sentimiento
que nos lleva a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido
hacer, y a corresponder a él de alguna manera. En un sentido más amplio
consiste en apreciar todo lo que tenemos y valorarlo positivamente, como un
regalo.
Vivimos en una cultura que, de
alguna, manera nos enseña que para ser felices hemos de estar llenos de
posesiones, que encontraremos la felicidad cuando consigamos determinadas
cosas, relaciones, experiencias, pero la realidad es que si no somos capaces de
apreciar y sentir gratitud por lo que cada día nos da difícilmente podremos
disfrutar de la vida.
Diferentes
estudios apuntan a que las personas agradecidas muestran un mayor nivel de
bienestar subjetivo, encuentran formas más positivas de lidiar con las
dificultades viviendo estas experiencias como menos dolorosas. La gratitud es
un potente regulador emocional, un antídoto contra el estrés y fortalece las
relaciones personales.
A
continuación expondré algunas sugerencias que mejoran el sentimiento de
gratitud, os animo a seguirlas:
· Da las
gracias a los demás. Cada vez que recibas algo de alguien, muestra
agradecimiento. Intenta fijarte en las pequeñas cosas que los demás aportan a
tu vida.
· Cada mañana, al despertarte, dedica unos
minutos a dar las gracias por estar vivo, por todas las grandes o pequeñas
cosas que tienes. Amplia tu mirada y aprender a valorar como buenas las
posesiones materiales y personales que posees en vez de darles un valor neutro.
·
Al
acostarte, dedica otros minutos a repasar el día reconociendo lo que te dio.
·
No esperes
recibir grandes sorpresas, emociones, cosas, mira lo pequeño, aquello que si no
lo tuvieras, tal vez, lo pasarías mal y sin embargo no aprecias.
·
Acostúmbrate
a agradecer el amor y apoyo que te prestan las personas que te rodean.
·
Puedes
dedicar un día a la semana a agradecer activamente todo lo que los demás y la
vida te ofrece.
·
Escribe una
carta de agradecimiento a un ser querido.
·
En las
situaciones difíciles, haz que tu foco de atención se oriente hacia las ayudas
que estás recibiendo, hacia lo que puedes aprender de esa experiencia, hacia lo
bueno que tú mismo puedes estar poniendo en práctica para resolverlo, hacia los
momentos de paz.
·
No
conviertas la gratitud en una mera fórmula social, dando las gracias de forma
mecánica, mira a la persona a los ojos, sonríe, acércate, que la gratitud no se
quede en una palabra.
“La oración más
importante del mundo tiene una sola palabra: GRACIAS”. Eckhart Tolle
Gracias por leer este
artículo.
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