Nuestra
vida consiste en una sucesión de momentos presentes que muchas ocasiones se ven
perturbados por el pasado y/o por el futuro. Asimismo, permanecemos en una lucha
atroz de rechazo de lo que no queremos, de búsqueda ansiosa de aquello que
creemos nos va a proporcionar la felicidad o sometidos al miedo a perder lo que
poseemos.
Para la
mayoría de nosotros la mente tiende a ser sumamente errática y saltar con rapidez
de una cosa a otra, o engancharse en juicios y debates con nuestros
pensamientos. La mente normal se encuentra tan absorbida en sus razonamientos,
temores, problemas que es incapaz de observar la realidad y actuar en
consonancia. Basta observar unos segundos el contenido de nuestra mente para
contemplar la cantidad de percepciones y pensamientos distintos que se suceden
con gran rapidez en un perpetuo flujo y movimiento. Asimismo, se ve fácilmente
alterada en las situaciones de ansiedad, por lo que aprender a guiarla supone
un gran recurso para superar el estrés que casi siempre nos acompaña.
Pero la
realidad es que existen otras formas de ser, de contemplar los problemas, de
adaptarse y buscar lo que queremos, que pueden hacer la vida más agradable y rica,
proporcionando mayor sensación de seguridad y satisfacción con la vida. Una de
estas alternativas es lo que se conoce como “atención plena” o “Mindfulness”.
La atención
plena consiste en un entrenamiento en centrar la atención en la respiración y
aprender a observar nuestro cuerpo y nuestra mente, de permitir que nuestras
experiencias se vayan desplegando y aceptarlas como son. Implica no rechazar
las ideas ni intentar fijarlas o suprimirlas o controlarlas, sino en guiar
nuestra atención, hacernos más conscientes de nosotros mismos.
Cuando la
mente va tranquilizándose y va siendo capaz de mantenerse en un punto durante
cierto tiempo empieza a ver las cosas con mayor claridad. En la mayoría de las
ocasiones la solución a nuestros problemas se haya mucho más cerca de lo que
creemos, basta con saber mirar.
La práctica
del Mindfulness supone hacer una pausa en el torbellino de actividad en que
vivimos inmersos.
Llevar la
conciencia a nuestro presente, a lo que estamos haciendo en cada momento, hace
que nuestra relación con las cosas cambie, permite vivir con mayor plenitud,
aprovechar cada instante como único, nos libera de condicionantes, juicios y
temores, permitiéndonos a su vez superar las dificultades con mayor energía.
La
respiración representa un papel extremadamente importante en este proceso, ya
que constituye un poderoso aliado en la práctica de la atención plena, tiene la
virtud de apoyar la conciencia en el curso de nuestra vida. Siempre nos
acompaña, sintonizar con ella nos lleva inmediatamente al aquí y al ahora. Echa
el ancla de la conciencia de nuestro cuerpo al proceso básico, rítmico y fluido
de la vida. La respiración constituye la base para la práctica de la
meditación.
La práctica
del Mindfulness, o atención plena, supone grandes beneficios para nuestra salud
tanto física como psicológica. Por ello, en AMP Psicólogos vamos a poner en
marcha, en enero, un taller de introducción en estas técnicas. Para más
información se puede consultar nuestra web, blog o ponerse en contacto con
nosotros: 918657524, 680637674.
También
podéis pinchar el siguiente enlace, se trata de un programa de Redes, en el que
Punset entrevista a Mathieu Ricard, biólogo y practicante experto de
meditación, que ha recibido el título de “El Hombre más Feliz del Mundo”: www.redesparalaciencia.com/2871/redes/2010/redes-60-la-ciencia-de-la-compasion
Alicia
Martín Pérez
AMP
Psicólogos Aranjuez
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