¿QUÉ
SON LOS ATAQUES DE PÁNICO O CRISIS DE ANSIEDAD?
Imagínese que está solo en medio de un
gentío. De repente, como si se tratase de una emboscada de un acérrimo enemigo,
siente que su mente se escapa. El corazón enloquecido patalea como un caballo
al galope. La garganta, llena de aire como un río desbordado, se ahoga. La
cabeza, como al borde de un precipicio, se tambalea de vértigo. El miedo se
extiende, quiere escapar pero no se puede huir de uno mismo, de las propias
sensaciones. El miedo le envuelve, le estrangula. Intenta controlarlo, pero es
él quien le controla. Se siente enloquecer o cree morir en ese instante. (Tomado del libro “No hay noche que no vez el
día” de Giorgo Nardone.)
Cuando
nuestro cerebro percibe un peligro (real o imaginario), automáticamente se pone
en marcha el sistema de alarma; es decir, se activa una parte del sistema
nervioso, que provoca diversos cambios fisiológicos con los que nos preparamos
para afrontar el peligro.
Todos estos cambios,
serían útiles y beneficiosos si nos encontrásemos ante un peligro real. Pero se
manifiestan con sensaciones desagradables cuando son innecesarios. Es frecuente
sentir: mareo, falta de aire, hormigueo, dolor o pinchazos en el pecho, calor o
escalofríos, dificultad para pensar y cansancio extremo.
En esta situación
interpretamos, inadecuadamente, que las propias sensaciones son verdaderamente
peligrosas, generando un círculo vicioso de miedo.
Estos episodios se pueden
producir ante situaciones concretas, después de haber pasado una época en la
que nos hayamos sentido más estresados y en muchas ocasiones también tienen
lugar de manera inesperada, sin que la persona tenga conciencia de nada
concreto que lo desencadena.
Cuando ésto ocurre,
la persona trata de resolverlo, de huir de tan terribles sensaciones y pone en
marcha los recursos de los que dispone, que se pueden resumir en los
siguientes:
-Automedicarse.
-Acudir al médico,
en muchos casos a los servicios de urgencias, donde normalmente les prescriben
algún ansiolítico, después de descartar problemas cardiacos.
-Tratar de controlar
los síntomas: autoobservándose, en un intento de mantener a raya las sensaciones,
evitando aquellas situaciones potencialmente peligrosas y pidiendo ayuda.
Es decir, introduce
una serie de cambios en su estilo de vida, que si le funcionan a corto plazo y
poco a poco vuelve a recuperar su vida cotidiana habrá resuelto el problema.
Pero si estas
soluciones no funcionan, el problema se va complicando cada vez más, llegando a
tener una vida limitada por el problema.
Son muchas las
personas que después de una crisis de ansiedad, han dejado de hacer cosas que
les gustaba o que eran importantes para su vida cotidiana, llegando a ser incapaces
de ir solas a los sitios, o quedarse en casa, que necesitan tener previstas las
escapatorias ante posibles ataques y tienen controlados los centros médicos de
los lugares que visitan, las puertas de salida de los recintos en que se
encuentran, etc.
La intervención psicológica se ha
mostrado altamente eficaz en el tratamiento de los ataques de pánico. Es
importante que se intervenga lo antes posible, ya que la generalización del
problema puede darse con relativa velocidad, resultando mucho más difícil de
resolver.
Alicia Martín Pérez
www.psicologosaranjuez.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario