La Disfunción Eréctil es una de las disfunciones sexuales de los
varones.
Cuando hablamos de Disfunción Sexual nos referimos a que la persona
sufre una respuesta sexual inadecuada que le impide disfrutar plenamente del
acto sexual.
La disfunción eréctil consiste en la imposibilidad de alcanzar o
mantener la erección a lo largo de la relación sexual. Éste problema, también
conocido como impotencia, pueden darse a cualquier edad y en cualquier estrato
social.
Es importante tener en cuenta que no todos los episodios de impotencia
pueden considerarse una disfunción. De hecho, se calcula que aproximadamente la
mitad de la población sufre en algún momento de su vida dificultades
transitorias en la erección, que entran dentro de lo que se considera una
respuesta sexual normal.
La disfunción eréctil puede deberse a causas orgánicas. Entre los
factores físicos implicados más frecuentes están la fatiga y la tensión,
diabetes, problemas hepáticos, alcohol o drogas, medicación, enfermedades
neurológicas o problemas endocrinológicos.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, las causas son psicológicas y
la disfunción aparece cuando la ansiedad bloquea la respuesta de erección.
La disfunción eréctil se puede subdividir en distintos tipos: hay
hombres que no alcanzan la erección en los momentos previos al coito, otros la
alcanzan pero la pierden antes de la penetración, otros la pierden durante el
coito pero no si se realiza otro tipo de estimulación manual u oral pudiendo
llegar al orgasmo y eyacular...Hay personas que consiguen erecciones parciales
pero no pueden alcanzar una erección firme. También hay personas que presentan
dificultades en todas las situaciones y con cualquier compañera y otros, sin
embargo, solo las presentan en situaciones específicas pero no en otras.
Por tanto, resulta fundamental hacer un buen diagnóstico para ajustar
la intervención a las particularidades de cada persona.
Es frecuente que el inicio de los problemas de erección aparezca tras
una situación en la que el hombre ha tenido un episodio de impotencia. A partir
de éste momento, cada vez que desea mantener relaciones sexuales se anticipa el
fracaso y surge la ansiedad. La persona centra toda su atención en su
rendimiento y ejecución sexual, adoptando un “rol de espectador” en vez de
centrarse en las sensaciones placenteras. La persona piensa que no podrá
conseguir y mantener la erección, con lo cual es muy difícil que la consiga,
produciéndose lo que se conoce como “profecía autocumplida”. Así pues, no se logra
una respuesta sexual adecuada y se confirma la idea de que no es capaz de
conseguirla, entrando en un círculo vicioso.
Las reacciones ante una disfunción eréctil son muy variadas pero suelen
aparecer fuertes sentimientos de humillación, frustración, baja autoestima,
depresión, problemas de pareja y evitación de las relaciones sexuales.
El objetivo del tratamiento de los problemas de erección consiste en
que la persona restablezca su confianza y disminuya la ansiedad, la culpa o
cualquier emoción negativa en el momento de mantener relaciones sexuales.
Algunas claves para ello consisten en lo siguiente:
- Crear un clima psicológico positivo y relajante en la situación sexual.
- Aprender a dar y recibir placer sin exigencias, eliminando la necesidad de coito y de orgasmo.
- No poner el acento en el rendimiento sexual sino en el incremento mutuo del placer erótico.
- Aprender a manejar los pensamientos obsesivos respecto a la pérdida de la erección y la imposibilidad de volver a recuperarla.
- Aprender a centrar la atención en la sensaciones eróticas y abandonar el “rol de espectador” (observarse desde fuera, juzgando la propia ejecución).
- Eliminar el exceso de preocupación por la compañera. La sexualidad es un acto basado en la generosidad y la sensibilidad mutua pero cuando la preocupación por las necesidades del compañero es excesiva, puede bloquear la respuesta sexual, ya que el goce sexual y el buen funcionamiento, dependen en gran medida de la capacidad para abandonarse a los propios sentimientos eróticos.
Una sexualidad plena y satisfactoria, basada en el respeto y la
gratificación mutua, forman parte de una vida sana, equilibrada y feliz.
Los problemas de erección son cada vez más frecuentes y tienen
tratamiento. Si considera que tiene dificultades y que no puede resolverlas por
sí mismo, la psicología cuenta con herramientas potentes y eficaces para
ayudarle a superar el problema.
Paloma Suárez Valero.
Alicia Martín Pérez.
www.psicologosaranjuez.com
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